Mantener una
casa tiene algunos territorios que nos parecen más oscuros. Casi todos nos
atrevemos a pintar una pared, a montar un mueble y hasta a poner un enchufe;
pero las labores de fontanería nos parecen menos asequibles. Y no tiene por qué
ser así.
Muchos de los
problemas que nos puede dar la fontanería de nuestro piso tienen una fácil
solución. Ante el primer problema de las tuberías no tenemos porque llamar al
fontanero profesional, una ayuda que suele tener un precio alto. Hay
situaciones que podemos resolver nosotros mismos.
Desatascar tuberías
El mal uso de
las tuberías, como una especie de vertedero de basura, provoca que se atasquen.
De entrada, están los productos de droguería, los desatascantes más o menos
profesionales y eficaces.
De todos modos,
un truco que casi siempre funciona es calentar lejía (con todas las
protecciones que exige este líquido) y justo antes de que hierva, echarla por
la tubería. Deja que la lejía actúe durante unos 15 minutos antes de verter
agua otra vez por el conducto.
Malos
olores en las tuberías
Tanto
desperdicio entra en descomposición, deteriora la tubería y genera gases
malolientes.
El sifón es un
tubo en forma de U, que une el desagüe del artefacto (sea inodoro o lavabo) con
la tubería, y que retiene en su codo, una cantidad de agua que ocluye la
abertura de la tubería, precisamente con el fin de evitar que los olores de la
misma retornen. Si los residuos se acumulan en el sifón el agua no corre bien,
se descompone y genera malos olores.
¿Cómo actuar?
Cada sifón tiene un tapón que permite quitar el agua estancada y limpiar el
interior del mismo, y así solucionar el problema. Para prevenir y mantenerlo
basta con limpiarlo una vez al mes.
También ocurre
que si el sanitario lleva mucho tiempo sin uso, el agua del sifón se evapora, y
la barrera contra los olores se rompe. En esa caso basta con dejar correr el
agua.
Tuberías ruidosas
Los ruidos poco comunes
al usar los grifos son un indicio de que las tuberías no funcionan bien. Lo
normal es que esté entrando aire a las tuberías. Así, el agua lleva consigo las
burbujas de aire y los diferentes tipos de suciedad que haya en las tuberías.
¿Cómo actuar? La
solución es purgar las tuberías. Lo haremos añadiendo presión sobre las
cañerías. Con un pedazo de manguera conectada desde el grifo que tiene las
dificultades al grifo del regadero, abrimos ambos durante algunos minutos.
Repetiremos la operación hasta que los ruidos hayan desaparecido.
Un radiador que funciona mal
Si nuestro
radiador emite ruidos anormales, una especie de burbujeo, es síntoma de que
está funcionando mal. El aire dentro del radiador indica que el nivel de agua
es bajo dentro del aparato.
La solución es
purgar el radiador. Con la purgación, el aire se va y el agua vuelve al nivel
normal. Antes de hacerlo debemos verificar el estado del radiador, sobre todo
de sus tuercas. Debemos ajustar tanto la tuerca de unión, a la entrada del
radiador, como la parte inferior del radiador, en la conexión de salida.¿Cómo
actuar? Abrimos la válvula del radiador con una llave de cuatro de lados, de
tubo, hasta que el agua empiece a salir. Inicialmente será agua sucia; cuando
veamos que ya es agua limpia debemos cerrar la válvula.
Eliminar la cal
La cal del agua
es un serio problema en algunas regiones. Puede afectar a la lavadora y el
lavavajillas y también a la vida de los sanitarios. Lo ideal es ser conscientes
de este problema y realizar una labor de mantenimiento.
Si nos
encontramos con problemas en la lavadora, el truco puede ser ponerla a
funcionar con un lavado con agua caliente al que añadiremos 2 vasos de vinagre.
Dejaremos que aclare y repetiremos si comprobamos que aún queda cal en la
resistencia de la lavadora.
¿Cómo
actuar? Para acabar con la cal de la ducha, quitaremos la alcachofa de la
ducha. La pondremos a hervir en agua con vinagre en la proporción de 2 partes
de agua por 1 de vinagre de 15 a 20 minutos. La cabeza de nuestra ducha habrá
recuperado su brillo. Óxido en la grifería El óxido también puede atacar la
grifería del baño y cocina; esto ocurre especialmente en las viviendas situadas
junto al mar. En estos casos, si vamos a estar muchos días ausentes, el truco
está en untar de vaselina los grifos. Al regresar, debemos limpiar
cuidadosamente la vaselina.
Fuente:http://www.20minutos.es/noticia/1612027/0/fontaneria/en-casa/soluciones/
No hay comentarios:
Publicar un comentario